Jules Cashman, ’22
Al futbolista holandés que no entendía de ‘no’
Te dije que no. Que no quería bailar contigo.
Supongo que mi voz estaba rota. No me oíste.
Te dije que no. Que no quería hablar contigo.
Soy tonta por decirte otra vez que no. No me entendiste.
Te dije que no. Que tengo novio.
Aunque no lo tenía. No me creiste.
Me encontré con Ignacio, mi amigo, salvavida y novio fingido.
Él te dijo que no. Y por fin, comprendiste.
Lo siento. No me di cuenta de que solo entendías palabras
Que vienen de la boca de un hombre. A él, un ‘perdóname’ le
dijiste.
‘Perdóname chaval, no me meto con las chicas de los demás.’
Ese momento, pegado en mi cerebro. Me robaste de mi ingenuidad
y te fuiste.
Al futbolista holandés que no entendía de ‘no’
Te dije que no. Que no quería bailar contigo.
Supongo que mi voz estaba rota. No me oíste.
Te dije que no. Que no quería hablar contigo.
Soy tonta por decirte otra vez que no. No me entendiste.
Te dije que no. Que tengo novio.
Aunque no lo tenía. No me creiste.
Me encontré con Ignacio, mi amigo, salvavida y novio fingido.
Él te dijo que no. Y por fin, comprendiste.
Lo siento. No me di cuenta de que solo entendías palabras
Que vienen de la boca de un hombre. A él, un ‘perdóname’ le
dijiste.
‘Perdóname chaval, no me meto con las chicas de los demás.’
Ese momento, pegado en mi cerebro. Me robaste de mi ingenuidad
y te fuiste.