Grant Ward, ’23 | Max Congdon, ’24
Bodas de sangre: Un final alternativo
The following piece was written for the seminar “Federico García Lorca” under the direction of Professor Helen Freear Papio.
MADRE: Pero, ¿qué me importa a mí tu honradez? ¿Qué me importa tu muerte? ¿Qué me importa a mí nada de nada? Benditos sean los trigos, porque mis hijos están debajo de ellos; bendita sea la lluvia, porque moja la cara de los muertos. Bendito sea Dios, que no los tiende juntos para descansar.
NOVIA: Déjame llorar contigo.
MADRE: ¿Quieres llorar conmigo? ¡Pero por favor! Dejarte llorar a mi lado impedirá que me siente al lado de Dios cuando lo vea, y Él sabe que quiero la oportunidad de ver a mi hijo otra vez. Entonces, ¡sal de aquí, rapaza! ¡Me sorprende que todavía estés aquí!
NOVIA: Lloraré en la puerta, si te parece bien. No necesito estar en tu presencia. Por favor, dame esto, no tengo la fuerza ni la capacidad para manejar esta culpa por mi cuenta. Lo siento… Lo siento… Lo siento…
MADRE: A ver, ¿cómo invitaré a las personas decentes adentro? Tendrán que dar un paso por encima de ti y nadie querrá acercarse, innoble. Tal vez sea mejor que te pisen, pero no sé. Eres un animal que no tiene lugar en esta sociedad, mucho menos en mi puerta. Mereces vivir sola, aislada, y en cualquier ubicación en la que te encuentres, y allí deja que la culpa te destroce. No me importará.
NOVIA: ¿Qué dices? ¿Crees que querría dejar a mi novio por Leonardo? Fui consumida por su oscuridad. Los sentimientos que una vez tuve por él me tomaron presa y él explotó mis debilidades. No es justo que culpes a tu hijo en mi nombre. Quería formar una familia con él. Por favor, perdóname. No puedo manejar esta culpa sola.
MADRE: Fueron tus decisiones las que lo han ocasionado todo, tú sino, un resultado que podrías haber evitado. Podrías haber hecho el cambio, pero seguías alimentando tu apetito sexual. Con cada oportunidad de parar, ¡seguías y seguías y seguías! ¿Y ahora crees que puedas cambiarlo, que puedas deshacer todo sin consecuencia? ¡Dios mío! El diablo te ha guiado por un largo camino, un camino tan largo que está en tu puerta, no la mía.
NOVIA: Sí, el diablo me guiaba, se llamaba Leonardo, y me guiaba por un camino de deseo y destrucción. Ese diablo me susurraba, y su persuasión tomó el control de mi cuerpo. Una vez que empecé este camino, no pude liberarme de la maldición. Si yo supiera lo que estaba haciendo, habría dejado a Leonardo y regresado a mi novio. Parece que no hay nada más que pueda hacer para complacerte, sino terminar con mi vida. No aceptarás mi perdón, y continuarás culpando a mis acciones incontrolables. Amaba a mi novio con todo mi corazón, cada onza de mi sangre le pertenecía. ¿Preferirías si estuviera muerta en pago por mi pecado?
MADRE: (vacilante.) ¿Que estuvieras muerta? . . . Que estuvieras cubierta en ropa que te escondiera de la sociedad … sería una vergüenza. Dicho esto, te despido. Diviértete en soledad (Empieza a salir.)
NOVIA: ¡Espera, por favor! Si no quieres que me mate, toma este cuchillo.
MADRE: Está cubierto de sangre.
NOVIA: Sí, la de tu hijo. Es el cuchillo que lo mató.
MADRE: No quiero ver la sangre, no quiero verla. ¡Diabla! ¡No la quiero ver! (Sale llorando.)
(La MADRE sale)
NOVIA: ¡Maldito seas, Leonardo, pedazo de mierda del diablo! Me has quitado la vida antes de morir. Ahora no tengo otra opción que terminar lo que empezaste porque he sido expulsado de la sociedad. Vivir en aislamiento como lo había hecho antes sería un castigo cruel. Debo superar esta maldición matándome, demostrando a la sociedad que mi voluntad existe. No me lo quitaste del todo. Mi amor, mi marido, ya me voy. Me mataré con el cuchillo que mató a tu hijo. Nuestras sangres se unirán como una, será una boda de sangre.
(La NOVIA se apuñala en el corazón y muere)
Bodas de sangre: Un final alternativo
The following piece was written for the seminar “Federico García Lorca” under the direction of Professor Helen Freear Papio.
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Reparto:
MADRE
NOVIA
Esta escena tiene lugar en el último acto de Bodas de sangre cuando la NOVIA llega a la casa de la MADRE del NOVIO después de la muerte del NOVIO y LEONARDO en el bosque. La NOVIA está en la puerta de la casa y habla con la MADREMADRE
NOVIA
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MADRE: Pero, ¿qué me importa a mí tu honradez? ¿Qué me importa tu muerte? ¿Qué me importa a mí nada de nada? Benditos sean los trigos, porque mis hijos están debajo de ellos; bendita sea la lluvia, porque moja la cara de los muertos. Bendito sea Dios, que no los tiende juntos para descansar.
NOVIA: Déjame llorar contigo.
MADRE: ¿Quieres llorar conmigo? ¡Pero por favor! Dejarte llorar a mi lado impedirá que me siente al lado de Dios cuando lo vea, y Él sabe que quiero la oportunidad de ver a mi hijo otra vez. Entonces, ¡sal de aquí, rapaza! ¡Me sorprende que todavía estés aquí!
NOVIA: Lloraré en la puerta, si te parece bien. No necesito estar en tu presencia. Por favor, dame esto, no tengo la fuerza ni la capacidad para manejar esta culpa por mi cuenta. Lo siento… Lo siento… Lo siento…
MADRE: A ver, ¿cómo invitaré a las personas decentes adentro? Tendrán que dar un paso por encima de ti y nadie querrá acercarse, innoble. Tal vez sea mejor que te pisen, pero no sé. Eres un animal que no tiene lugar en esta sociedad, mucho menos en mi puerta. Mereces vivir sola, aislada, y en cualquier ubicación en la que te encuentres, y allí deja que la culpa te destroce. No me importará.
NOVIA: ¿Qué dices? ¿Crees que querría dejar a mi novio por Leonardo? Fui consumida por su oscuridad. Los sentimientos que una vez tuve por él me tomaron presa y él explotó mis debilidades. No es justo que culpes a tu hijo en mi nombre. Quería formar una familia con él. Por favor, perdóname. No puedo manejar esta culpa sola.
MADRE: Fueron tus decisiones las que lo han ocasionado todo, tú sino, un resultado que podrías haber evitado. Podrías haber hecho el cambio, pero seguías alimentando tu apetito sexual. Con cada oportunidad de parar, ¡seguías y seguías y seguías! ¿Y ahora crees que puedas cambiarlo, que puedas deshacer todo sin consecuencia? ¡Dios mío! El diablo te ha guiado por un largo camino, un camino tan largo que está en tu puerta, no la mía.
NOVIA: Sí, el diablo me guiaba, se llamaba Leonardo, y me guiaba por un camino de deseo y destrucción. Ese diablo me susurraba, y su persuasión tomó el control de mi cuerpo. Una vez que empecé este camino, no pude liberarme de la maldición. Si yo supiera lo que estaba haciendo, habría dejado a Leonardo y regresado a mi novio. Parece que no hay nada más que pueda hacer para complacerte, sino terminar con mi vida. No aceptarás mi perdón, y continuarás culpando a mis acciones incontrolables. Amaba a mi novio con todo mi corazón, cada onza de mi sangre le pertenecía. ¿Preferirías si estuviera muerta en pago por mi pecado?
MADRE: (vacilante.) ¿Que estuvieras muerta? . . . Que estuvieras cubierta en ropa que te escondiera de la sociedad … sería una vergüenza. Dicho esto, te despido. Diviértete en soledad (Empieza a salir.)
NOVIA: ¡Espera, por favor! Si no quieres que me mate, toma este cuchillo.
MADRE: Está cubierto de sangre.
NOVIA: Sí, la de tu hijo. Es el cuchillo que lo mató.
MADRE: No quiero ver la sangre, no quiero verla. ¡Diabla! ¡No la quiero ver! (Sale llorando.)
(La MADRE sale)
NOVIA: ¡Maldito seas, Leonardo, pedazo de mierda del diablo! Me has quitado la vida antes de morir. Ahora no tengo otra opción que terminar lo que empezaste porque he sido expulsado de la sociedad. Vivir en aislamiento como lo había hecho antes sería un castigo cruel. Debo superar esta maldición matándome, demostrando a la sociedad que mi voluntad existe. No me lo quitaste del todo. Mi amor, mi marido, ya me voy. Me mataré con el cuchillo que mató a tu hijo. Nuestras sangres se unirán como una, será una boda de sangre.
(La NOVIA se apuñala en el corazón y muere)
FIN