La bicicleta
Vives la vida como una pequeña bicicleta,
y cada día sigues haciendo una maleta.
Siempre te levantas y siempre te vas
y enturbias tus ruedas cuando en la senda estás.
Tú, oh tú, la callejera de la primavera
viajas por la noche entera, como una vela.
Mueves salvajemente,
merodeas,
incluso atrás.
Saltas sobre las piedras,
y te ocultas
nunca jamás.
Oh, bicicleta azul celeste y perfecta
frecuentas los puertos como la niebla,
deambulas por los mapas de los cartógrafos,
y nadas entre las estrellas de los cielos.
Y cada mañana
te detienes
en una banca verde.
Durante un rato,
te quedas allí
para sentirte libre.
Pero al final tienes que partir,
porque tu corazón anhela vivir,
y empezar la aventura de nuevo,
porque siempre has sido inquieto.
Oh, bicicleta pequeña y querida
algún día vas a regresar allí.
Y cuando pienses en tu casita,
sabrás que necesitas volver aquí.
Andas como el fuego
por las calles,
incluso atrás.
Abrazas a las llamas,
y te ocultas
nunca jamás.
Vives la vida como una bicicleta,
una bicicleta,
una bicicleta.
Sí, vives la vida como una bicicleta,
y espero que no cambies, no cambies nunca más.