Andria Fremaint, ’22
Autopista 52
Todo pasó de repente.
Mi pelo lleno de nudos,
sus manos no me alcanzaban.
Allí quedamos desnudos
en aquel rincón oscuro
olvidado en la autopista.
Todo había acabado y
no sé si estaba lista.
Los meses se van volando.
Me di cuenta, no se podía.
Pero ahora el aire fluye,
Todo es como una melodía.
Ya la lluvia va virando
cada día con más color.
Ahora veo la rosa:
me hacía falta su amor.
Aquellos ojitos grises,
un tesoro han encontrado.
Ahora me peino el pelo
ya al fin desenredado.
Autopista 52
Todo pasó de repente.
Mi pelo lleno de nudos,
sus manos no me alcanzaban.
Allí quedamos desnudos
en aquel rincón oscuro
olvidado en la autopista.
Todo había acabado y
no sé si estaba lista.
Los meses se van volando.
Me di cuenta, no se podía.
Pero ahora el aire fluye,
Todo es como una melodía.
Ya la lluvia va virando
cada día con más color.
Ahora veo la rosa:
me hacía falta su amor.
Aquellos ojitos grises,
un tesoro han encontrado.
Ahora me peino el pelo
ya al fin desenredado.